Hace algún tiempo comenté en Reddit a una persona que quería controlar su adicción a los videojuegos; algo común y con lo que me sentí identificado.
En ese mismo momento me pregunté cómo sin darme cuenta había dejado los videojuegos de lado. Quizás simplemente soy aburrido por naturaleza; aunque luego me miré al espejo y me dije.
Imposible, tú eres súper divertido.
Ya saben, algo de autoestima no cae mal.
Hice memoria y lo descubrí. Cambié de computador en 2014 a una laptop sin tarjeta de video, lo que me hizo dejar por completo (forzosamente) algunos juegos. Y para hacer aún más fuerte el cambio me despedí de Windows y utilicé Linux sin dual-boot. Esto significó aún menos juegos.
Después de estos cambios me sentí tentado muchas veces a jugar porque no encontraba con qué llenar el tiempo que había recuperado.
Ya pasados un par de meses, la necesidad fue disminuyendo y había encontrado otras actividades más beneficiosas (y otras no tanto) para relajarme y aprovechar el tiempo.
Con todo esto en mente, mi respuesta a este redditor(usuario de Reddit) fue simplemente dejarlo, justo como yo me forcé inconscientemente.
Y quizás pienses que es algo distinto, ya que no necesariamente yo era un adicto y pude haberme controlado. Tengo mis pruebas.
Un par de meses atrás quise jugar Pokémon Rojo Fuego y pasé 25 horas seguidas (sin contar el sueño). Aún sin irme tan lejos, hace dos semanas pasé 7 horas de un día jugando Hammerwatch.
Es decir que aún cuando no juegue tan a menudo, las veces que lo hago se nota lo que fue mi secundaria.
Siempre que no sepas medirte en algo, déjalo.
Si desconoces la moderación, lo más sabio es no tentar y simplemente no dar oportunidad al exceso.
Lo más importante de dejar una adicción es el tiempo recuperado para realizar otras actividades. Estoy muy agradecido de ya no viciarme a los juegos a diario; si no fuera por eso probablemente este artículo no hubiese sido escrito ahora mismo.